Riquelme se entrenó en forma diferenciada en el gimnasio con el kinesiólogo Rubén Araguas porque tiene un problema en el pie derecho desde el partido contra Guaraní, donde recibió un golpe en la zona del tobillo.
"Este tobillo me está complicando y se me hace una bola de líquido, pero es un partido que voy a jugar porque no me lo quiero perder. Me cuesta caminar y se me complica para patear", explicó, despejando cualquier tipo de dudas sobre su participación en el superclásico.
El mediocampista de Boca dijo que siente dolor y que el golpe es en una zona complicada porque a veces le impide pisar bien, pero que cree que con el correr de los días la lesión irá mejorando.
"Nos hicieron una marca muy fuerte en el partido de la Copa ante Guaraní, pero uno está acostumbrado. Esperemos hacer bien las cosas para darle una alegría a la gente y una alegría para nosotros también. Ojalá salga un lindo partido contra RIver porque lo necesitamos", agregó.
Riquelme minimizó los gritos a Rodrigo Palacio en el partido ante el conjunto paraguayo y dijo que siempre grita así en los partidos.
"Es lo mismo que hago hace 10 años, si no siento eso jugando al fútbol me quedo en casa. Yo juego para ser el mejor, para salir campeón, para que mi equipo gane. Lo bueno es que mis compañeros lo sienten de la misma manera. Acá no es necesario que seamos amigos, es nuestro trabajo y la gente lo único que quiere es que ganemos y juguemos bien, no que seamos amigos", concluyó.(Telam)