El resultado del partido no hizo más que agudizar el disgusto de los simpatizantes ´millonarios´ con el entrenador chileno y, además, ratificó que para los hinchas ´xeneizes´ los días del técnico uruguayo están contados pese a la victoria.
Es que la suerte de uno u otro no estaba íntimamente vinculada con el resultado, porque los hinchas de ambos clubes, desde hace rato, no están conformes con el rendimiento de sus equipos, aunque seguramente por estas horas los de Boca están muchos más felices que los de River. (Télam).-