La organización del mundial le fue encomendada a Argentina en noviembre de 1998, durante el mundial de Japón, en tiempos en los que la ley de convertibilidad (23.928), según los funcionarios de entonces, tenía aún muchos años de vigencia por delante.
La ruidosa quiebra de la economía nacional alentó versiones y maniobras que pretendieron trasladar el campeonato del mundo hacia tierras más seguras. (Télam)