Carlos Boero, titular de FAIM, opinó que las retenciones a la harina "no producen una caída en el precio del pan ni del trigo como pretende el gobierno, ni significa una mayor recaudación de ingresos como necesita".
"Sólo produce daños a los numerosos molinos que trabajan para los mercados de exportación, que deberán ajustar susestructuras ante esta lamentable situación", pronosticó.