Una de las condiciones reclamadas por los gobiernos palestino y estadounidense para reanudar un diálogo de paz es el congelamiento total de la expansión de los asentamientos israelíes en territorios ocupados, considerados ilegales por el derecho internacional.
Sin embargo, el gobierno israelí sigue reclamando su soberanía sobre estas colonias.
"Ningún país en el mundo permitiría que alguien le dictase dónde puede o no construir", explicó hoy el ministro de Vivienda, Uri Ariel, del partido ultraderechista y representante de los intereses del movimiento colonizador, Habait Hayehudí, luego de anunciar la nueva expansión de los asentamientos.
"Seguiremos vendiendo casas y construyendo en todas las partes de Israel: en el Neguev, en la Galilea y en el centro para dar respuesta a las necesidades de vivienda de los ciudadanos de Israel. Es lo correcto por motivos tanto sionistas como económicos", agregó.
Según el diario israelí Maariv, Tel Aviv habría coordinado la nueva ampliación de los asentamientos con el gobierno estadounidense como contrapartida a la excarcelación de 103 presos palestinos, que empezó a debatir hoy un comité ministerial israelí.
Estados Unidos oficia de mediador en el diálogo directo entre negociadores israelíes y palestinos que comenzó el mes pasado en Washington y que intenta retomar las conversaciones de 2010, impulsadas también por el presidente Barack Obama y detonadas por la negativa de Israel de suspender las construcciones de nuevas viviendas en colonias ubicadas en los territorios ocupados.
El actual diálogo, que se espera siente las bases para abrir un proceso de paz, volverá a enfrentar a los negociadores israelíes y palestinos el próximo miércoles en Jerusalén.
El cronograma estipula encuentros cada una o dos semanas en las ciudades de Jerusalén, bajo control israelí; Ramallah y Jericó, en el territorio ocupado de Cisjordania, y Ammán, la capital de Jordania.
Fuente: Télam