Tras el ataque, los agresores se dieron a la fuga y actualmente están en paradero desconocido, informaron fuentes del Ministerio del Interior iraquí, citadas por la agencia de noticias EFE.
Otras cuatro personas murieron y 21 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba dirigido contra el juez Hazem al Azaui, que fue herido y trasladado al hospital, en la ciudad de Balad, 80 kilómetros al norte de Bagdad.
Además, un policía murió por disparos de hombres desconocidos en la zona de Al Abara, 14 kilómetros al noreste de la localidad de Baquba, capital de la provincia de Diyala, al noreste de la capital iraquí.
En otro suceso, cinco civiles sufrieron heridas de distinta gravedad por el estallido de una bomba colocada junto a la carretera en la zona de Al Suaieb, en el suroeste de Bagdad.
Irak vive un repunte de la violencia desde abril pasado que ya dejó más 3.000 muertos y que amenaza con degenerar en un conflicto intersectario como el que dejó al país al borde de la guerra civil en los primeros años tras la invasión estadounidense de 2003.
Precisamente, los ataques especialmente de sunnitas a chiítas escalaron en los últimos meses, sobre todo después de la retirada de las tropas estadounidenses hace un año y medio.
Muchos sunnitas que pertenecían a la elite de poder durante el gobierno del derrocado y asesinado Saddam Hussein, se sienten ahora perjudicados por la actual gestión que conduce el primer ministro chiíta, Nuri al Maliki.
Fuente: Télam