Responsables policiales citados por la cadena local Geo explicaron que el ataque fue ejecutado por un suicida que entró en la concentración de chiíes con una carga explosiva adherida al cuerpo y con varias granadas.
El de Rawalpindi, ciudad muy próxima a Islamabad, fue el segundo ataque sectario de ayer en Pakistán. Horas antes, por la tarde, un atentado doble había acabado con la vida de cinco miembros de la rama chií en el barrio de Orangi de la ciudad meridional de Karachi.
De acuerdo con la versión policial, la primera explosión fue provocada, al parecer, por un suicida que se desplazaba en moto y que chocó contra un ´auto-rickshaw´ (motocarro), según despacho de EFE.
El país está en máxima alerta de seguridad por las celebraciones de la minoría de confesión chií (cerca del 20% de la población del país) con motivo de del mes de Muharram, primero del calendario musulmán y de gran significación para esta corriente islámica.
En el noveno y décimo días de Muharram (próximos sábado y domingo), los seguidores de esta línea, considerada herética por algunos radicales suníes, recuerdan del martirio del imán Hussein, nieto de Mahoma y uno de los fundadores del chiísmo.
Las concentraciones por esta celebración -denominada ´ashura´- son escenario habitual de atentados sectarios como los de las últimas horas.
Fuente: Télam