Valls afirmó, sin embargo, que este boicot de los gremios "es un gesto puntual que no minimizo. Es un gesto de desconfianza y distancia, pero no quiero otorgarle un peso excesivo".
La Tercera Conferencia Social tuvo como objetivo implementar el llamado pacto de responsabilidad, por el cual el gobierno exonera a las empresas por 40.000 millones de euros en cargas familiares por los próximos tres años a cambio de que estas creen puestos de trabajo.
Los medios galos calificaron la nueva conferencia de "fracaso" y se preguntaron si habrá una cuarta el año próximo, pero Valls trató de dar otra imagen del cuadro de situación.
"No escuché el anuncio de un retiro de toda negociación, de todo intercambio con el Estado, incluso cuando escuché críticas al pacto de responsabilidad y a la política del gobierno", expresó el primer ministro.
Horas más tarde, en una entrevista por televisión, Valls insistió con este punto.
"No hubo fracaso alguno, desde el momento en que la mayoría de los representantes sindicales y patronales estuvieron presentes", señaló el premier en el noticiero del canal TF1.
Después de dos conferencia previas donde sindicatos y patronal -bajo la supervisión del gobierno- consensuaron los detalles de la reforma, el desgastado e impopular Hollande chocó por primera vez con el boicot del sindicato mayoritario (CGT), el combativo Fuerza Obrera (FO), Solidaires y FSU, el gremio mayoritario en educación.
Los sindicatos que no asistieron hoy acusan al gobierno de haber cedido a las exigencias de la patronal sin consultarlos.
La semana pasada, el Medef, organismo que nuclear a la patronal gala, amenazó con no participar de la Conferencia y exigió nuevos gestos del gobierno, mientras que Valls solicitó a los sindicatos volver a debatir la simplificación del Código de Trabajo, reformado recientemente.
Para los sindicatos, esto fue visto como "la gota que colmó el vaso", según el líder de la CGT, Thierry Lepaon, y por eso, tras
participar ayer de la apertura y escuchar el discurso de Hollande, hoy decidieron no asistir a las reuniones.
El faltazo se enmarca en un clima social deteriorado por los pronunciados efectos de la crisis en Francia, que tiene un desempleo del 10,6% y cuya economía, la segunda de la zona euro, se estancó en el primer trimestre del año luego de haber salido de la recesión en agosto de 2013.
Crecimiento, empleo, educación o poder adquisitivo fueron los temas principales de las siete mesas redondas con la participación de nueve ministros, las organizaciones patronales y los cuatro sindicatos reformistas CFDT, CFCT, CFE-CGC y Unsa.
Al término de la reunión, el premier Valls anunció que en 2015 habrá una baja de impuestos para la clase media, aunque no dio detalles.
Fuente: Télam