La iniciativa, que es impulsada por los ediles de los municipios de
Diadema, Santo André y Ribeirao Pires, fue rechazada por
organizaciones de derechos humanos y especialistas en derechos del
niño y adolescentes, informó la agencia Ansa.
La propuesta es prohibir que los niños y adolescentes circulen
por las calles desde las 0 hasta las 6, medida ya aplicada en los
municipios paulistas de Fernandópolis, Itapura e Ilha Solteira y
en Patos, estado de Minas Gerais, según la cadena Globo.
"En Diadema 500 infracciones de los últimos 15 meses fueron
cometidas por adolescentes, responsables por el 40 por ciento de
las denuncias que recibe la policía. Hay que preservar a los niños
y adolescentes en situación de riesgo", dijo el concejal Edmilson
Cruz, del Partido Republicano Brasileño (PRB).
El partido, al que pertenece el vicepresidente brasileño José
Alencar, es sustentado en gran parte por las iglesias evangélicas.
Organizaciones de derechos humanos y especialistas en minoridad del Gran
San Pablo se reunieron el lunes para pedir a los 15 alcaldes de la
región vetar cualquier resolución que apunte al toque de queda.
"Los municipios del Gran San Pablo deben tener trabajadores
sociales las 24 horas que se ocupen de los niños y jóvenes en
situación de riesgo. El problema es social y no policial", dijo
Ariel de Castro Alves, del consejo Nacional por los Derechos del
Niño y Adolescente.