"Si las sanciones contra Irán se vuelven más duras, sufrirán los sectores más frágiles de esa sociedad. Es diferente cuando las sanciones recaen sobre un país en guerra en la forma de un embargo de envío de armas", sostuvo el canciller Amorim en una entrevista al diario O Estado de Sao Paulo.
Para el jefe de la diplomacia brasileña, las sanciones fracasaron en los años 90 contra Iraq, tras la Guerra del Golfo de 1991.
"En el caso de Iraq, la tasa de mortalidad infantil más que se duplicó por causas de las sanciones. Si el Consejo de Seguridad de la ONU hubiera impuesto sanciones alcanzando sus objetivos, alguien diría que valió la pena. Y ni siquiera había armas químicas en Iraq", argumentó el canciller, según reprodujo Ansa.
Estados Unidos anunció un paquete de sanciones a presentar en el Consejo de Seguridad luego de que Irán anunciara que enriquecerá uranio al 20 por ciento destinado al sector medicinal, en el marco de su programa de desarrollo nuclear. Para una bomba el enriquecimiento requiere de un 90 por ciento.
Amorim reiteró que Brasil "puede ayudar en el diálogo internacional, pero no podrá impedir la aprobación de sanciones" dado que carece de poder de veto en el Consejo de Seguridad, que integra actualmente como miembro no permanente.
"Hay espacio para una negociación, pero eso depende de la voluntad política", dijo Amorim, quien convocó al director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, a intentar dialogar con las partes.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tiene programado un viaje en mayo a Irán, luego de la visita realizada a Brasilia en noviembre por el mandatario iraní, Mahmud Ahmadinejad.
Lula defendió el derecho iraní de desarrollar un plan nuclear con fines civiles, mientras las potencias occidentales reclaman la cancelación de esos programas, a los que atribuyen sin pruebas en concreto objetivos militares.
Fuente: 26noticias.com