Fundador y líder del partido de centro Primero Justicia (PJ), se ganó el derecho de retar a Chávez en las urnas al ganar una interna abierta entre varios precandidatos de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la coalición opositora que reúne a 17 partidos.
Católico practicante, abogado, soltero -codiciado, según algunos medios-, Capriles carga apodos que le pusieron propios y ajenos: Flaco, Correcaminos, El Majunche, El Señorito. Algunos de ellos tienen que ver con que proviene de una familia acomodada, con presencia empresaria en medios, entretenimiento, servicios y el negocio inmobiliario.
De ascendencia polaca, con estudios de economía en Holanda y Estados Unidos, comenzó su carrera en 1998 como presidente de la Cámara de Diputados, a la que llegó con apenas 26 años y escasa experiencia.
Después vendrían la alcaldía de Baruta, el más acomodado de los cinco municipios que conforman Caracas, y la gobernación de Miranda, a la que accedió al desplazar a Cabello, quien intentaba ser reelecto.
En la campaña para las presidenciales del 7 de octubre llamó a terminar con la división entre partidarios y detractores de Chávez, y se declaró admirador del modelo de gestión que puso en práctica el brasileño Luiz Lula da Silva.
Informal para vestirse, quedó en medio de una áspera polémica porque usó en toda la campaña una gorra con los colores de la bandera venezolana, que el Consejo Nacional Electoral (CNE) intentó prohibirle.
Se recordó entonces -y sigue recordándose ahora- la acusación de que en abril de 2002, durante el golpe de estado que sacó a Chávez del gobierno por un par de días, participó del "asedio" a la embajada de Cuba en Caracas. El siempre respondió que sólo intentó mediar, pese a que pasó algunos meses preso, hasta que fue absuelto.
Se define de centroizquierda y defensor de un modelo "mixto", y prometió respetar varias de la políticas sociales de Chávez, pero también revisar la ayuda del gobierno a países aliados.
El 7 de octubre no pudo con Chávez y perdió su invicto en las urnas. No obstante, con poco más de 44 por ciento de los votos, fue el que mejor papel hizo frente al extinto líder en elecciones presidenciales.
El 16 de diciembre retuvo la gobernación de Miranda al derrotar a Jaua, en una de las tres excepciones al aluvión chavista que se quedó con 20 gobernaciones, y quedó consagrado de hecho para buscar la revancha el 14 de abril.
Fuente: Télam