De 56 años, visto como exitoso hombre de negocios por muchos y como representante de turbios negociados por otros, Cartes recién se afilió al Partido Colorado en el 2009, y dos años después logró que se modificaran los estatutos internos que exigían 10 años de afiliado para ser candidato a presidente.
El postulante es uno de los hombres más ricos de Paraguay: tiene inversiones en la industria del tabaco y de las bebidas gaseosas, es dueño de un banco, tiene actividad ganadera y hasta incursionó con éxito en el deporte.
Cartes fue presidente del club Libertad, al que llevó, con la conquista de siete títulos, a los primeros planos del país y del continente, y coordinador de selecciones nacionales en la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) cuando la "albirroja" llegó a cuartos de final en Sudáfrica 2010.
Durante la campaña se multiplicaron las denuncias de sus adversarios y de parte de la prensa sobre sus relaciones con el narcotráfico y el lavado de dinero, y se reflotó su lejano paso por la cárcel, en los 90, por un negociado con divisas preferenciales.
Ante cada acusación Cartes reaccionó de igual manera: se declaró "limpio" de todo, invitó a quien quisiera denunciarlo a ir con pruebas a la justicia y confió en que la estructura histórica de los colorados y su discurso de empresario que puede crear empleo lo llevarían a la jefatura del Estado. (Télam).-
Fuente: Télam