Langlois fue llevado por varios guerrilleros hacia el caserío de San Isidro, en el departamento de Caquetá, donde se encontró con los miembros de la misión encargada de recibirlo, integrada por la Cruz Roja, la ex senadora Piedad Córdoba y un enviado del gobierno de Francia.
La misión había tardado seis horas en llegar en vehículos todoterreno desde Florencia, la capital de Caquetá.
En sus primeras declaraciones, televisadas por la cadena Telesur, Langlois afirmó que estaba "cansado pero bien", remarcó que las FARC había sido "respetuosas" con él y hasta subrayó que se sintió tratado como "un invitado".
El periodista se quejó de que "se hizo mucha política de lado y lado" con su secuestro y dejó en claro que "no necesitaba de esta experiencia para conocer el conflicto armado", ya que está en Colombia desde hace 10 años.
"Ojalá el Ejército siga llevando gente (a los operativos militares), porque este conflicto no es cubierto (periodísticamente)", agregó.
La entrega de Langlois fue en San Isidro, ubicado a 16 kilómetros del corregimiento de la Unión Peneya, en el municipio de la Montañita, del departamento de Caquetá, en un curioso acto público con varios habitantes de la zona presentes. Un líder insurgente leyó en el lugar una proclama de la guerrilla.
En las imágenes que mostró Telesur se pudo ver de fondo una pancarta que pedía el fin del conflicto armado.
Langlois, de 35 años, había quedado en poder de las FARC el pasado 29 de abril, mientras acompañaba un operativo antinarcóticos del Ejército. 26noticias.com.ar