La existencia de manchas submarinas fue detectada por primera vez por científicos de la Universidad del Sur de Florida, que recogieron muestras a gran profundidad y a más de 60 kilómetros de lugar donde explotó la plataforma de Deepwater Horizon.
Otros investigadores de otras tantas universidades del sur de Estados Unidos certificaron la presencia de crudo en las capas intermedias del Golfo de México y lo achacaron al uso de los controvertidos dispersantes.
Una investigadora que participa en el grupo de científicos que asesora a la Administración Obama, Ira Leifer, ha dado entre tanto la voz de alarma ante las últimas maniobras de BP para intentar contener el vertido según informa el diario español El Mundo en su versión on line.
Liefer, asegura que la cantidad de petróleo derramada puede haber aumentado sustancialmente desde que BP decidió cortar la tubería del pozo de petróleo para aplicar la campana de contención.
Fuente: Infobae