Mientras tanto, el papa Juan Pablo II volvió a exigir la liberación del arzobispo y la de todos los secuestrados y afirmó que la violencia y los ataques contra la dignidad humana "jamás son un camino de paz".
El presidente Alvaro Uribe llamó de urgencia a los congresistas a una reunión en el Palacio de Nariño (sede del gobierno), para reiterarles su posición de gestionar un acuerdo humanitario con las FARC, pero solo con la participación de la ONU. (Télam-SNI)