La "ventana" original abarcaba del 10 al 22 de diciembre, informó la agencia DPA.
La posibilidad del lanzamiento puso en alerta a Estados Unidos, que desplazó buques de la armada a la zona, medida que también tomaron Japón y Surcorea.
Los tres países temen que el lanzamiento encubra la prueba de un misil balístico intercontinental con capacidades nucleares. Pero Norcorea afirma que se trata de investigación pacífica del espacio exterior.
Corea del Norte continuó en los últimos días los preparativos para el lanzamiento, pese a advertencias internacionales que incluyeron las de su aliado, China, quien de todos modos insistió en que Pyongyang tiene derecho a explorar el espacio exterior con fines pacíficos, como cualquier país soberano.
Ciertas fuentes estadounidenses y surcoreanas deslizaron a la prensa de Seúl que es probable que Irán esté colaborando con Corea del Norte para resolver los inconvenientes surgidos en un lanzamiento fallido anterior, en abril.
Fuente: Télam