La decisión de Corea del Norte de retirarse del tratado, que prohíbe transferir tecnología atómica a terceros países, constituye "una preocupación para el mundo entero", dijo el presidente George W. Bush.
Pero el embajador de Corea del Norte en Naciones Unidas, Pak Kil-Yon, advirtió que cualquier sanción contra su país del Consejo de Seguridad de la ONU "será considerada como una declaración de guerra" y consideró que la actitud de Washington en la crisis nuclear no es "sincera". (Télam-SNI).-