Al frente de una delegación de 50 representantes del bloque integracionista de 11 países -Paraguay está suspendido-, Alvarez mantuvo una serie de reuniones con el oficialismo y la oposición, el Consejo Nacional Electoral (CNE), los jefes del Plan República, que garantiza la seguridad del proceso, y los responsables del montaje tecnológico de las elecciones.
"Fue importante confirmar la excelencia del sistema. Hay una parte del mundo que piensa que la democracia en Venezuela se sustenta en un sistema fraudulento, y hay que decir que no es así", remarcó el ex vicepresidente argentino.
Para Alvarez, "el razonamiento es sencillo y no se puede cuestionar un resultado si antes se pudo auditar cada movimiento, si se comprobó que no puede haber doble voto, si se garantizó el software y la transmisión de datos y se participó en cada paso del proceso".
Reseñó que el oficialismo perdió en Venezuela dos veces desde que Chávez es presidente, y una de ellas, la del referendo constitucional del 2010, fue por 1,3 por ciento. "Esa es una cifra muy dura para cualquier gobierno, y el gobierno la aceptó", resaltó.
El ex legislador advirtió sobre "el fuerte nivel de polarización" que atraviesa Venezuela, pese a lo cual, "a primera vista no hay desbalance en los medios, aunque la oposición habla en realidad de ventajismo, porque juzga que hay asimetría de recursos".
Respecto del hecho de que la misión sea de acompañamiento y no se observación, como se dan en otros países, el jefe de la misión de Unasur se preguntó "por qué Venezuela tiene que tener observación, si hubo 14 elecciones sin una mínima prueba de fraude, y no la tienen, por ejemplo, Brasil, o Argentina o Perú".
A mitad de semana, después de que la representación de la Unasur termine su tarea, se espera que Alvarez elabore un informe que será entregado al secretario general del bloque sudamericano, el venezolano Alí Rodríguez, y al canciller de Perú, Rafael Roncagliolo, porque su país tiene la presidencia pro-témpore.
Fuente: Télam
