Según la publicación, los británicos debieron contribuir con sus impuestos y sin saberlo, a la decisión autorizada personalmente por la "Dama de Hierro", para que Irak se armara con estos supuestos arsenales de destrucción masiva.
El gobierno británico de Thatcher habría enviado cheques por un total que superaba los 50 millones de dólares, a compañías de armas que proveían a Saddam Hussein de arsenales en la década de1980. (Télam-SNI)