Moscú, 9 de junio (Télam-SNI). Los recientes asesinatos de dos altos ejecutivos de un gran consorcio ruso de armamentos fue un mensaje de los grupos de poder para el Kremlin, que había comenzado a reestructurar ese sector con un mercado prometedor en el que la tecnología rusa es muy apreciada, informaron fuentes del caso.
Igor Klimov, director general interino del consorcio Almaz-Antei, creado hace un año por decreto presidencial y productor de las famosas baterías tierra-aire S-300, fue asesinado el viernes frente a su casa, situada cerca del Ministerio de Interior en Moscú, por un desconocido que huyó. (Télam-SNI)