Entre otras cuestiones que quedaron postergadas, en el mejor de los casos, figuran las políticas para superar las crisis financieras, la reforma de los organismos multilaterales de crédito y la importancia de regiones de paz como América del Sur.
Menos de un mes después de los ataques, en un encuentro del Mercosur en San Pablo, el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, cuestionó tan duramente los atentados como el riesgo de que la respuesta militar "infinita" arrasara con las luchas por la democracia y el desarrollo económico social en América latina, una región que describió como fuera del foco de los grandes conflictos étnicos, religiosos y raciales del mundo. (Télam-SNI).-