Durante la noche, soldados malienses -apoyados por militares franceses en el terreno y por bombardeos de los helicópteros galos- pudieron ingresar a Konna, en el centro de Mali, para recuperar el poder.
Hasta el momento, las fuerzas de intervención no brindaron datos sobre la cantidad de víctimas ni de heridos en ambos bandos.
Al mismo tiempo, una pequeña unidad de las fuerzas especiales francesas se instaló en las inmediaciones de Markala, sobre el puente del río Níger, 260 kilómetros al noreste de la capital Bamako, para apoyar la movilización de los soldados de Mali y para preservar la principal ruta que lleva a la capital.
"Nuestra misión es proteger este cruce de caminos y este puente cuya importancia estratégica crucial para impedir al enemigo acceder al sur del país", explicó a la radio France Info una fuente militar francesa.
La misión incluye el despliegue de una decena de vehículos, la instalación de baterías de misiles y morteros y de efectivos en trincheras cercanas a la estructura metálica del puente, según mostró la cadena internacional de televisión France 24.
Asimismo, los combates continúan en Diabali, una pequeña localidad 400 kilómetros al norte de Bamako tomada por los insurgentes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (Aqmi) el martes pasado.
En el octavo día de ofensiva francesa, nuevas incursiones aéreas galas tuvieron lugar para debilitar a los islamistas, quienes -según medios franceses- utilizarían a la población local como escudo humano.
El presidente francés, Francois Hollande, anunció el inicio de la ofensiva el viernes pasado para detener a los grupos islamistas de Mali, que desde hace nueve meses dominan el norte del país y que la semana pasada iniciaron una marcha sobre Bamako.
Hollande dijo que los grupos insurgentes son un peligro para Mali, Europa y el mundo.
Fuente: Télam