Si bien tres reactores son los que estarían sufriendo una fusión parcial, en cuatro de los seis que existen en Fukushima se registran problemas. Acorde a lo que publicó El País, el número 3 es el que mejor ejemplifica la situación: su núcleo se fundió al menos parcialmente y los sistemas de refrigeración no funcionan, situación que también se da en otros los reactores 1 y 2. Se cree que hay daños en la estructura de contención, sospecha que se extiende al número 2; el edificio está seriamente dañado, como el del reactor 1; y la piscina que almacena el combustible gastado -altamente radiactivo- bajó su nivel de agua y preocupa a la agencia nuclear japonesa (NISA), cuya inquietud se extiende por el mismo motivo al reactor 4.
La empresa Tepco, que gestiona la central, decidió elevar de cincuenta a 180 el número de trabajadores en el interior del edificio que podría colapsar por la radiación. Un grupo de ingenieros, técnicos, bomberos, soldados y policías trabajan intensamente, más allá de los riesgos para su salud, para evitar una tragedia.
Ante una inminente fuga radiactiva, el Pentágono prohibió a su personal acercarse a menos de 80 kilómetros de la planta atómica sin una autorización especial. Los soldados que continúen participando de las labores de reconstrucción, ingerirán tabletas de yoduro de potasio como medida preventiva.
Mientras que la Comisión Europea recomendó a sus miembros controlar el nivel de radiactividad de los alimentos importados desde Japón, indicó el miércoles un portavoz. (Infobae)