El funcionario encabezó hoy una reunión del gabinete de Seguridad con el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, y autoridades municipales del estado en su capital, Morelia, para adoptar medidas que reestablezcan la seguridad en la región.
"La seguridad de sus comunidades estará plenamente a cargo de las instituciones", afirmó el alto funcionario, quien instó a los grupos de autodefensa que "regresen a sus lugares de origen y se reincorporen a sus actividades cotidianas", según reportó la agencia de noticias EFE.
En caso contrario, las autoridades federales "aplicarán la ley de manera rigurosa e indiscriminada, por lo que no habrá tolerancia alguna para cualquier persona que sea sorprendida en posesión de armas" sin contar con la autorización legal, afirmó Osorio.
No obstante, invitó a los integrantes de esos grupos de civiles armados para que, si lo consideran, se puedan incorporar a los cuerpos policiales, dentro del esquema institucional y siempre y cuando cumplan con los requisitos estipulados.
Osorio y el gabinete de Seguridad se trasladó por orden de Peña Nieto a Morelia, luego de que uno de estos grupos cercara el fin de semana la ciudad de Apatzingán y amenazara con continuar avanzando a otras ciudades para enfrentar a Los Caballeros Templarios.
Si bien hay quienes aseguran que están financiados por otro cartel rival de Los Caballeros Templarios, las autodefensas argumentan que dejarán las armas cuando hayan terminado con el crimen organizado
La organización criminal controla parte de Michoacán, sobre todo la zona de Tierra Caliente, donde desde febrero de 2013 surgieron grupos de civiles armados para defender a sus comunidades.
Desde entonces, las autodefensas controlan 15 municipios del estado y continúan con la toma de poblados iniciada hace 10 días, lo que desató la alarma de autoridades y de la propia población.
Los grupos de civiles armados utilizan fusiles y chalecos antibalas, y se manejan con guardias comunitarios que patrullan en jeeps y camionetas los poblados bajo su dominio, ante un alegado fracaso de las autoridades para brindarles protección.
Antes de la llegada de los funcionarios federales, el vocero de las autodefensas del municipio de Tepalcatepec, Estanislao Beltrán, seguró que no dialogarán con el gobierno hasta que los máximos líderes de Los Caballeros Templarios no sean capturados.
En declaraciones a la emisora Radio Fórmula, Beltrán pidió al gobierno de Peña Nieto poner "atención a la situación que se vive en el estado" y que les "ayuden a limpiar del crimen organizado, de los asesinos", el estado. "No estamos peleando algo injusto", afirmó.
Los grupos de autodefensa intentan expandir su influencia con el único objetivo de acabar con el predominio en la región de Los Caballeros Templarios, quienes respondieron con quema de comercios, vehículos y sedes oficiales.
Los ciudadanos "piden a gritos nuestra presencia", sostuvo el líder del movimiento en la localidad de La Ruana y uno de los principales voceros de las autodefensas, Hipólito Mora, al diario Cambio de Michoacán.
Si bien hay quienes aseguran que están financiados por otro cartel rival de Los Caballeros Templarios, las autodefensas argumentan que dejarán las armas cuando hayan terminado con el crimen organizado, que tiene una amplia presencia en Michoacán.
En esa línea, este último fin de semana el avance hacia Apatzingán para ocupar esa importante ciudad de la región de Tierra Caliente estuvo acompañado de fuertes enfrentamientos, según consignó la agencia DPA.
Ante la nueva escalada de violencia, las autoridades reforzaron la seguridad con el envío de más militares y unos 1.500 policías federales a la zona, de por sí militarizada.
Las fuerzas federales desbloquearon rutas y aunque patrullan el centro de Apatzingán, aún no pudieron detener la crisis.
De manera oficial, el gobierno reconoció el viernes pasado su rechazo a los grupos de autodefensa al considerar que están "al margen de la ley" y meses atrás, Osorio había dicho que el gobierno dialoga con autodefensas michoacanas para convencerlos de deponer las armas y no tomar la justicia en sus manos, según consignó hoy el periódico La Jornada.
La organización de Los Caballeros Templarios nació en diciembre de 2010 como escisión del cártel de La Familia Michoacana y desde entonces aumentó su poder en la región.
Además del tráfico de drogas hacia Estados Unidos, la organización es acusada de delitos como extorsiones, secuestros y homicidios.
Desde mayo pasado, el gobierno implementó una estrategia de seguridad en la zona, en el marco de la cual desplegó miles de militares y policías para contrarrestar las acciones del crimen organizado pero, la situación no mejoró.
Líderes de opinión de la zona, como el obispo de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez, consideran que Michoacán es "un estado fallido", mientras que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), sostiene que el vacío de autoridad es la causa de la escalada de violencia.
Fuente: Télam
