La cifra se refiera a las víctimas de los enfrentamientos en Lhasa el viernes, informó la agencia DPA.
Esa cifra fue confirmada por fuentes confiables, informó el gobierno en el exilio desde su sede de Dharamsala, en el norte de India.
El gobierno añadió que hay informaciones sobre un amplio despliegue militar y policial en todas las regiones del Tíbet, mientras los monasterios están siendo fuertemente vigilados.
El gobierno tibetano exiliado en la India había hablado ayer sábado de "informaciones no confirmadas" sobre la muerte de unas 100 personas y la imposición de "la ley marcial" en Lhasa.
China lo sigue negando. La agencia oficial china de noticias Xinhua reiteró hoy los datos oficiales emitidos ayer y reconoció sólo diez muertos.
La voz del Dalai Lama
El líder espiritual tibetano Dalai Lama calificó hoy la situación en Tíbet de "genocidio cultural" y pidió a la comunidad internacional una investigación exhaustiva sobre las causas de la violencia.
En declaraciones desde su exilio en la ciudad india de Dharamsala, el Dalai Lama recordó que la comunidad internacional tiene la "responsabilidad moral" de advertir a China sobre la observancia de los derechos humanos, especialmente ante las críticas de organizaciones por la celebración de los Juegos Olímpicos.
"China es un país muy poblado y con una amplia cultura, que tiene tras sí una larga historia y merece albergar los Juegos Olímpicos", dijo el Dalai Lama. Pero "alguna organización internacional debería llevar a cabo una investigación profunda sobre la situación en Tíbet y sus causas".
"La nación tibetana se enfrenta a un grave peligro (...) En Tíbet se está llevando a cabo un genocidio cultural", agregó.
El líder espiritual tibetano reiteró que ni él ni el gobierno tibetano en el exilio aspiran a la separación de China o la proclamación de un Estado independiente, pero sí quieren que Pekín garantice a Tíbet una cierta autonomía y el cumplimiento de los derechos humanos.
El Dalai Lama y el gobierno chino han mantenido seis rondas de conversaciones sobre la cuestión tibetana desde 2002.
Anteriormente, en una entrevista con la emisora británica BBC, el líder religioso había manifestado su preocupación por la posibilidad de que vuelvan a inflamarse los disturbios en la capital tibetana, Lhasa. Si el gobierno de Pekín no cambia su política frente al Tíbet, teme que más personas pierdan la vida.
Según el gobierno tibetano en el exilio, hasta ahora hay confirmadas al menos 80 víctimas mortales durante los recientes disturbios vividos en Lhasa.(Telam)