La renuncia de El Mangouch se produjo un día después de los sucesos de Bengasi, segunda ciudad libia que está a 1.200 kilómetros al este de Trípoli y que ayer fue escenario de choques armados después de que varias decenas de manifestantes protestaran ante la sede de una milicia armada.
Los manifestantes exigían la disolución de todas las milicias y la creación de un ejército regular, pero la situación escaló cuando algunos manifestantes intentaron entrar por la fuerza en el interior de la sede de Escudo Libio.
El Gobierno provisional libio decretó hoy tres días de luto, así como la apertura de una investigación y la promesa de hacer públicas las conclusiones a las que llegue.
Actualmente el gobierno libio intenta imponer su autoridad a un gran número de grupos armados, que no siempre actúan en consonancia con el poder central.
El Ejecutivo ya prohibió muchas milicias que operaban sin un permiso oficial gubernamental; sin embargo, también demuestra públicamente su apoyo a los grupos armados más poderosos, que sí cuentan con licencias oficiales para actuar, como la milicia de Bengasi, Escudo Libio.
Fuente: Télam