El primer ministro israelí, Benjamin "Netanyahu, está socavando la Autoridad Nacional Palestina, la está destruyendo, y no podrá sobrevivir a este status quo por mucho tiempo más", explicó Erekat, quien vino a condecorar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por su compromiso con la paz en Medio Oriente.
"Netanyahu nos quitó nuestra jurisdicción en materia de leyes, de seguridad y de territorio. A la Autoridad Nacional Palestina sólo le queda el nombre. Nuestra existencia es puramente nominal. Nos quitaron todo", sentenció el dirigente, que partirá el viernes hacia Chile, segunda y última escala de su visita a la región.
Erekat no vaciló en profesar el mismo pesimismo a la hora de analizar la reciente respuesta del presidente israelí, Reuven Rivlin, y su premier, Netanyahu, al ataque de colonos radicales contra una familia palestina, en un pequeño pueblo rodeado de asentamientos israelíes en el norte del territorio ocupado de Cisjordania.
Los colonos prendieron fuego la casa de la familia palestina y mataron en el acto a un bebé de 18 meses y, más tarde, al padre. La madre y el otro hijo siguen graves. Tanto Rivlin como Netanyahu denunciaron el ataque como un acto de "terrorismo judío".
"Ya se los dije varias veces (a los líderes israelíes). La ocupación es la mayor forma de terrorismo. ¿Qué creó esta cultura del terrorismo judío? Este tipo de cosas no nacen de forma aislada en las personas. Esto es algo que se desarrolló gracias a la ceguera política", sostuvo Erekat.
"Como cuando la ministra de Justicia de Israel dice en una presentación pública que los niños palestinos son pequeñas serpientes y cuando crezcan van a ser grandes serpientes. ¡Lo dijo la ministra de Justicia hace sólo dos meses!", recordó.
"O -continuó- como cuando Israel crea por ley rutas en Cisjordania que se llaman rutas esterilizadas. También están los colectivos esterilizados. Los cristianos y los musulmanes no podemos utilizarlos, sólo los judíos; nosotros somos el virus".
Erekat describió con detalle la sucesión de decisiones que llevaron a la radicalización de importantes grupos de los casi medio millón de colonos israelíes que hoy viven en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén este.
"La ocupación corrompe. Hoy hay hijos de familias judías de clase media, media alta de todas partes del mundo que van a Cisjordania y a Jerusalén este y creen que si lastiman o matan a palestinos, entonces están más cerca de Dios. No creo que ninguno de ustedes quiera tener como vecino a esta gente una vez que vuelven a sus países".
Pese a esta radicalización, tanto de los colonos en territorios ocupados como del propio gobierno israelí, Erekat sigue convencido de que la única salida posible para el conflicto es la solución de los dos Estados.
"Israel tiene tres opciones: Una es mi opción, es vivir y dejar vivir. Puedo garantizar que los palestinos cristianos y musulmanes no se convertirán al judaísmo para ser israelíes y los israelíes no se convertirán en cristianos y musulmanes para ser palestinos. Por eso, la solución son dos Estados que vivan en paz uno junto al otro", comenzó el número uno de la OLP.
"Ahora, si Netanyahu cree que esto no está bien y pelea para minar esta opción con más colonias y detenciones, entonces la alternativa es un solo Estado, en el que cristianos, musulmanes y judíos puedan vivir como iguales. Yo apoyo eso. Si él acepta, yo firmó hoy mismo", continuó.
"Pero él nunca aceptará eso -concluyó- Por eso no existe tal cosa como una solución de un Estado".
La tercer opción, según el veterano negociador palestino, es mantener la ocupación militar.
"Lo que queda es lo que llamo un Estado con dos sistemas, o en otras palabras, un apartheid. Creo que cualquiera que tenga la más mínima integridad, moral o ética, incluidos los judíos, no aceptará un sistema de apartheid contra otro pueblo, simplemente porque no son judíos", prosiguió.
"El apartheid es inmoral. El racismo es inmoral. Punto", sentenció.
Como el diálogo con el gobierno israelí sigue en punto muerto, "estamos tratando", resumió Erekat. El veterano negociador dice estar concentrando sus esfuerzos en ampliar los apoyos internacionales y conseguir un gobierno de unidad nacional estable con el movimiento islamista Hamas.
En el plano local, el desafío es grande. Después de un año, el partido del presidente Mahmud Abbas, Fatah, no ha conseguido hacer funcionar realmente el frágil gobierno de unidad nacional que formó con Hamas. La prueba más contundente es que las últimas elecciones de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) fueron hace nueve años.
En el plano internacional, por otra parte, Erekat anunció que quiere ampliar el Cuarteto para Medio Oriente, el grupo formado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU para mediar en el conflicto israelí-palestino.
Propuso la participación de Argentina, de Japón y de los países del BRICS, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Fuente: Télam
