Se trata del segundo discurso relevante de Xi después del que pronunció el pasado día 15, una vez nombrado secretario general del PCCh, y en el que causó una buena impresión por su estilo directo.
En su intervención en el museo, Xi, quien el próximo año se convertirá en el jefe de Estado chino, insistió en que "la retórica vacía no sirve para nada. Sólo el trabajo duro puede lograr el renacimiento de una nación".
Con un tono nacionalista, el nuevo líder del país aludió a la historia china desde la Guerra del Opio del siglo XIX para asegurar que si una nación es débil se verá sujeta a las presiones de las demás y tan sólo el desarrollo puede fortalecerla.
"Es difícil encontrar el camino correcto, y continuaremos defendiendo nuestra causa con resolución", afirmó Xi, quien a diferencia de sus predecesores habló sin leer un discurso ya escrito, según despacho de Xinhua y EFE.
Desde su llegada al poder, el nuevo líder chino dio indicios de querer tomar las riendas desde el primer momento.
Ya anunció su primera promoción de un mando dentro de las Fuerzas Armadas. Se trata de Wei Fenghe, al frente de los misiles estratégicos chinos, y que fue ascendido a general.
Al frente del PCCh y de las Fuerzas Armadas, Xi controla ya dos de los tres brazos del poder en China, a la espera de hacerse cargo del tercero, el Estado, en marzo próximo.
Fuente: Télam