En un comunicado, Garzón confirmó que el tumor le fue detectado mientras era tratado del ACV y en paralelo a que se conociera que el presidente Juan Manuel Santos también sufría un cáncer de próstata, del que fue operado con éxito.
"El mismo médico tratante (del ACV) me ha recomendado que lo mejor en este caso es que me someta a la eliminación de dicho tumor mediante el sistema de radioterapia", explicó el funcionario, y añadió que ya ha iniciado ese tratamiento, "que abarca 39 sesiones, por lo menos cinco veces a la semana", reprodujo Radio Caracol.
Añadió que luego de enterarse de este nuevo padecimiento de salud, decidió dejar en manos de "la Constitución y de la Ley" su continuidad en el cargo.
"Quiero manifestar que no nací en el poder ni siendo vicepresidente y menos pretendo aferrarme a ellos. Lo que me ha estado pasando en materia de salud, junto con la cirugía a la que fue sometida mi esposa recientemente para extirparle un cáncer y un riñón, ha sido una etapa muy dura que me ha tocado vivir y que no se la deseo a ninguna persona ni a ninguno de mis contradictores (contrincantes) políticos", enfatizó.
Después que el presidente Santos anunciara a principios de octubre que sería operado de un cáncer de próstata, cirugía de la que aún se recupera, se desató una polémica en el país tras la negativa del vicepresidente a practicarse un examen médico ordenado por el Senado.
Los exámenes tenían como objetivo determinar si Garzón estaba en buenas condiciones de salud ante la posibilidad de tener que reemplazar al jefe de Estado.
Sin embargo, el vicepresidente se negó con el argumento de que eso sería prestarse "para un golpe a la democracia", reportó la agencia DPA. Garzón informó ahora de su enfermedad tras haber superado ese debate con el Senado.
El tumor canceroso "en ningún momento, sería causa de mi muerte", aclaró Garzón, citado por la agencia EFE, tras indicar que la enfermedad se la detectó uno de sus médicos tratantes de la institución en la que sigue una terapia tras la isquemia cerebral de la que fue operado el pasado junio.
"El próximo 29 de octubre cumplo 66 años y a esta altura de mi vida, insisto, no me puedo aferrar al cargo de vicepresidente y menos enamorarme del mismo. En tal sentido, soy plenamente consciente que debo dejar en manos de la Constitución y de la ley todo lo relacionado con el presente y futuro del vicepresidente de Colombia", agregó.
En agosto de 2010, poco después de haber iniciado sus funciones como segundo del Poder Ejecutivo, Garzón, un dirigente inicialmente sindical, causó preocupación al sufrir un infarto cardíaco. Los médicos le implantaron entonces cinco puentes coronarios.
Por su parte, el ex vicepresidente Francisco Santos respaldó la labor de Garzón y sostuvo que no debe renunciar.
"No veo razón alguna para que lo haga (renunciar); ese cáncer es muy común y la radioterapia arroja excelentes resultados. Toda mi solidaridad para con él y su familia, que atraviesa momentos muy difíciles", agregó.
Santos criticó a quienes desde el Congreso, según él, están haciendo política con la salud de Garzón.
"Aquí lo que debe hacer el Congreso, en vez de todas las locuras que se le ocurren a Roy Barreras (médico y senador, presidente del Legislativo), es hacer una ley que solucione el vacío jurídico que hay en la Constitución sobre esta figura (de los reemplazantes del presidente)".
Fuente: Télam