“Como le manifesté a su Santidad durante nuestro encuentro en noviembre de 2005 en el Vaticano, antes de la declaración Nostra Aetate, los judíos solían ser despreciados y ridiculizados como un pueblo maldito. Millones de personas sufrieron a lo largo del tiempo porque no había nadie que los defendiera”.
“La declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II estableció que esta era una enseñanza falsa, y absolvió al pueblo judío como colectivo del crimen de deicidio. El nuevo libro del Papa va más allá de esta afirmación y muestra por qué la interpretación anterior no tiene sustento en los textos evangélicos”, destacó Hier.
“Con esta declaración, su Santidad sumó su poderosa voz para contribuir a contener la corriente de odio antijudío”, dijo el rabino Abraham Cooper, decano adjunto del Centro Wiesenthal.
“Algunos fieles responden a la autoridad. Otros quieren argumentos que los convenzan”, agregó el rabino Yitzchok Adlerstein, director de Asuntos Interconfesionales del Centro.
“El papa Benedicto utilizó la fortaleza de su firma y el poder de su intelecto y su conocimiento de los Evangelios para exponer ante los católicos y otros cristianos la evidencia que encuentra en las escrituras para respaldar la posición de la Iglesia contra el cargo de deicidio, tal como señala Nostra Aetate”. (Infobae)