La información fue revelada por el Defensor del Pueblo colombiano, Vólmar Pérez, quien reveló algunos informes llegados a la dependencia a su cargo, que dan cuenta de que Betancourt está enferma de leishmaniasis y hepatitis B, y por eso fue trasladada a centros asistenciales.
En declaraciones a radios bogotanas, Pérez detalló que la ex candidata fue llevada el mes pasado a establecimientos médicos de la ciudad de San José del Guaviare, capital del departamento de Guaviare, y del municipio de El Retorno.
"La información de que disponemos es que su estado de salud es muy, muy delicado. Se han venido deteriorando sus condiciones físicas y de salud", afirmó Pérez, que reveló que está coordinando con la Gobernación de Guaviare una acción humanitaria para que le lleguen medicinas.
El funcionario dijo que el estado físico de Betancourt es tan preocupante, que quienes la vieron la compararon con los niños desnutridos de Africa.
"Me da rubor tocar estos temas en los medios de comunicación, pero alguien me dijo que sus características físicas no distan mucho de la de los niños de Somalia", explicó, en referencia al país ubicado en el llamado "Cuerno de Africa" enfrascado desde hace años en una cruenta guerra interna.
Pérez contó que por "gente" de su dependencia "mezclada con los pobladores" pudo saber que en Betancourt "se agravó su hepatitis B y padece de leishmaniasis", una enfermedad transmitida por un mosquito llamado palomilla y que produce graves úlceras en la piel.
El estado de salud de Betancourt había alimentado esta semana las versiones sobre su posible liberación, aunque luego el gobierno de Alvaro Uribe afirmó que no tenía ninguna información
concreta sobre esa chance.
El nombre de la candidata, de nacionalidad franco-colombiana, es en buena medida el que alienta la chance de un intercambio humanitario de rehenes por guerrilleros presos, por la intervención de Francia y países de la región.
Hasta acá, la posibilidad de ese canje parece frenado por las rígidas posturas de la guerrilla y el gobierno: las FARC quieren el despeje militar de dos municipios sureños para negociar allí y el Ejecutivo oferta una "zona de encuentro" auspiciada por la Iglesia.
En sus declaraciones, Pérez aseguró también que tiene información sobre el deterioro de la salud del ex congresista Oscar Lizcano, secuestrado en agosto de 2000.
Un joven de 17 años que desertó la semana pasada de las FARC y se entregó al Ejército había dicho que estuvo vigilando a Lizcano y que notó los problemas de salud que tiene, que lo obligan a tomar medicinas todos los días.
"A veces se siente uno como impotente para ayudar en un proceso de estas características", dijo Pérez, quien se comprometió a redoblar los esfuerzos de la Defensoría del Pueblo para encontrar una solución a la crisis de rehenes.
Por otra parte, la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (ALDHU) de Ecuador confirmó hoy que las colombianas Doris Bohórquez y Martha Pérez, sobrevivientes del ataque colombiano al campamento de las FARC en Ecuador del 1 de marzo, oficializaron su pedido de asilo ante la Cancillería en Quito.
La organización de derechos humanos explicó que se hará cargo de la tramitación de ese pedido en representación de las dos mujeres por su delicado estado de salud.
Las sobrevivientes están internadas en Quito desde el 3 de marzo, cuando fueron rescatadas de la zona del ataque militar en la frontera ecuatoriana-colombiana, junto a la mexicana Lucía Morett, también hospitalizada.
Hace unos días, la ALDHU argumentó que las dos colombianas no eran guerrilleras, sino "esclavas" de las FARC y que cumplían tareas domésticas y de cuidado de animales en el campamento clandestino en que murió Raúl Reyes y otras 26 personas, entre ellas un ecuatoriano.
La mexicana Morett, por su parte, argumentó que tampoco ella tenía relación con la guerrilla y que su intención era realizar un estudio académico.(Telam)