El anuncio fue precedido de una reunión del mandatario boliviano con su gabinete, sindicatos y organizaciones sociales en La Paz, consignó la Agencia Boliviana de Información (ABI), y al mismo tiempo informó que el Tesoro erogó 1.002 millones de dólares en la importación de naftas y diesel de Venezuela, Argentina y Perú.
Flanqueado por el vicepresidente Alvaro García Linera y el canciller David Choquehuanca, Morales hizo hincapié en que también fue anulado el decreto ulterior por el que dispuso el aumento de 20 por ciento al salario mínimo y, con el mismo porcentaje, a uniformados, profesores y salubristas, anuniado el miércoles.
"Esto quiere decir que todas las medidas quedan sin efecto", recalcó al tiempo de instar a que los precios de bienes de consumo masivo, del transporte en todas sus categorías deben volver a la situación vigente al domingo 26 de diciembre.
"No existe ninguna justificación, ahora, para subir los pasajes o aumentar el precio del alimento ni la especulación. Todo vuelve a la situación anterior", subrayó, al recordar su promesa de "gobernar obedeciendo al pueblo" cuando asumió el mando de la nación en enero de 2006.
El mandatario explicó que sindicalistas y dirigentes sociales le expresaron que avalan las razones que tuvo para adoptar la medida, pero le dijeron que esa medida es "necesaria" pero "inoportuna", y que él comprendió esa postura.
"Compramos en el exterior el litro de gasolina al equivalente a 8 bolivianos para vender a 3,74 en Bolivia", dijo Morales al explicar que la intención del decreto 748 era evitar "una sangría de la economía boliviana".
El jefe de Estado recalcó que Bolivia desembolsó entre 2005 y 2010, al menos 1.750 millones de dólares para importar combustibles.
Pese a la defensa de esta "medida que beneficia al pueblo boliviano", Morales dijo que las recomendaciones son "un duro golpe para la economía nacional" pero explicó: "Somos responsables con el pueblo boliviano" al asumir su anulación en un discurso de 10 minutos de duración, a poco más de una hora del advenimiento de 2011.
Así, los mineros suspendieron una marcha de 220 kilómetros a La Paz que pensaban iniciar el lunes y también fueron levantadas las movilizaciones que organizaban juntas vecinales, al igual que un paro nacional convocado para el martes por los transportistas.
El alza de carburantes anunciado el domingo pasado provocó protestas y vandalismo el jueves en El Alto, La Paz y Cochabamba que dejaron el jueves unos 15 policías heridos y 32 civiles detenidos por violencia y vandalismo.
Hasta el edificio de la vicepresidencia de Estado Plurinacional fue objeto de ataques con la rotura de vidrios y también se registraron ataques en varios edificios públicos y privados, además de sedes de organizaciones que respaldan a Evo Morales en las tres ciudades del occidente boliviano.
El presidente Morales y su ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, identificaron a sus ex aliados políticos Juan del Granado, Luis Revilla y Abel Mamani, del izquierdista Movimiento Sin Miedo (MSM), como artífices de la protesta callejera en La Paz y El Alto. (Telam)