Para el primer ministro Manuel Valls, el detenido "apuntaba a los cristianos, a los católicos de Francia" y agregó, en una visita a las dos iglesias de la ciudad Villejuif, al sur de París, que Francia "enfrenta una amenaza terrorista sin equivalentes en el pasado. Los terroristas apuntan a Francia para dividirnos".
Previamente, el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, informó que el sospechoso, Sid Ahmed Ghlam, un estudiante de informática de 24 años, "proyectaba la comisión inminente de un atentado contra una o dos iglesias" y las fuerzas de seguridad sabían que tenía planes de viajar a Siria.
El ministro reveló que en el vehículo y en el domicilio del joven francés, que, según la prensa, también posee la nacionalidad argelina, se encontró "un arsenal" con "armas de guerra", pistolas y municiones, así como material informático y telefónico.
El detenido, conocido por su adhesión al integrismo islámico, había sido objeto de vigilancia por los servicios secretos dos veces en 2014 (durante un viaje de 10 días a Turquía) y en 2015, pero entonces no se encontró ningún elemento que permitiera la apertura de un procedimiento judicial contra él.
El ministro Cazeneuve señaló que la investigación deberá clarificar también su presunta implicación con el asesinato de Aurélie Chatelain, una mujer de 32 años, madre de una niña de 5, que apareció muerta a tiros el domingo en el interior de un coche en llamas en Villejuif.
En tanto, el fiscal de París Francois Molins informó que restos de sangre de la joven asesinada fueron encontrados en la ropa de Ghlam.
La hipótesis que manejan las fuerzas de seguridad, reveló la emisora France Info, es que el detenido pretendía robar el coche de la asesinada, pero los planes no salieron como preveía, así que la mató y él se hirió por accidente.
Tras quemar el vehículo, decidió regresar a la residencia de estudiantes en París donde vivía.
Según el diario Le Monde, que citó a fuentes de la investigación, su captura se produjo "por azar" después de que él mismo llamara a los servicios de urgencia porque estaba herido de bala en una pierna.
Por teléfono, el detenido adujo ser victima de una agresión por un arreglo de cuentas. Al llegar la ambulancia a su domicilio en el sur de París, los socorristas siguieron rastros de sangre hasta el vehículo del hombre.
En su interior, encontraron una ametralladora kalashnikov, armas cortas, un chaleco antibalas, municiones, una sirena de policía y decenas de teléfonos celulares. Los socorristas, siempre según el vespertino Le Monde, decidieron llamar a la policía, ante quien el sospecho reconoció haberse herido al intentar tirar las armas al río Sena.
El fiscal Molins dijo que en el allanamiento al departamento de Ghlam se encontraron "tres fusiles de asalto, material informático, documentos en árabe de organizaciones terroristas" y que "uno de sus teléfonos revela un contacto permanente con una persona que podría encontrarse en Siria".
El arresto fortuito del estudiante de informática sorprendió a los franceses pero sobre todo causó conmoción entre los católicos, por lo que el gobierno anunció que desplegará un operativo especial para proteger las iglesias.
"Francia tiene un patrimonio excepcional. Ese patrimonio debe ser protegido. Querer atacar una iglesia es querer atacar un símbolo de Francia", estimó el premier Manuel Valls.
Luego del atentado en la revista satírica Chalie Hebdo del 7 de enero pasado, que dejó 12 muertos, el gobierno socialista desplegó más de 10.000 militares para proteger sinagogas, algunas mezquitas y sitios turísticos. El diario Libération se preguntó hoy cuántos efectivos serán necesarios para proteger las 45.000 iglesias de Francia.
Mientras la policía busca a los posibles contactos de Ghlam, según el canal de noticias BFMTV, varias personas del entorno del detenido en Val de Marne, a las afueras de París, desaparecieron cuando iban a ser interrogadas.
Sin embargo, dos personas fueron detenidas en un suburbio este de París, luego de que el barrio de Saint-Dizier fuera rodeado por un gran operativo de seguridad.
La radio France Info sostiene que una mujer de 25 años vestida con una burqa fue detenida luego de que la policía derribara la puerta de su casa con explosivos y disparos.
Las reacciones políticas no se hicieron esperar, desde la oposición conservadora, centrista y ultraderechista reclamaron al gobierno socialista mayores medidas de seguridad para prevenir nuevos atentados, aun si eso conlleva la pérdida de libertades individuales.
"En el periodo de verdadera guerra contra un cierto número de individuos dispuestos a todo contra nuestra sociedad y nuestra civilización, hay que aceptar que la seguridad prima por sobre ciertas reglas. Se debe hacer todo lo posible para garantizar la seguridad de los franceses" afirmó el ex presidente conservador Nicolas Sarkozy.
Entretanto, Francia llegó hoy a un acuerdo con las grandes compañías proveedoras del servicio de Internet, con el objetivo de crear una plataforma para "luchar contra la propaganda terrorista".
A través de un comunicado, el ministro Cazeneuve informó haber acordado ese curso de acción con las "cinco grandes" compañías de Internet (Google, Facebook, Microsoft, Apple y Twitter), ya que "las autoridades francesas necesitan a los grandes operadores a su lado en el combate por los valores de tolerancia y de humanismo", dijo.
En su comunicado, el Ministerio del Interior francés señaló que del potencial de Internet "se aprovechan con demasiada frecuencia los partidarios del odio, de la intolerancia y los que apuestan por el uso de la violencia".
"Las organizaciones terroristas -subrayó- han entendido la utilidad que pueden sacar de lo que es para ellas un instrumento eficaz de propaganda, de adoctrinamiento", superador de las fronteras, agregó la nota.
Fuente: Télam