"Hemos fortalecido la presencia policial a lo largo de la frontera con Turquía", señalaron fuentes de la policía de Macedonia oriental, la región fronteriza con Turquía.
"De momento no podemos hablar de un incremento de las llegadas por vía terrestre", agregaron las fuentes.
Por su parte, Vasilis Mavridis, alcalde de Orestiada, la ciudad griega cercana a la frontera grecoturca, afirmó, en declaraciones a la agencia de noticias EFE, que prevén un "aumento de las llegadas en las próximas semanas".
"La cifra de llegadas ha permanecido estable en los últimos meses, entre 30 y 40 llegadas al día, pero en Edirne (localidad de la frontera turca) hay al menos 700 personas esperando a pasar la frontera", aseguró.
Mavridis precisó además que hasta ahora no se ha alterado el ritmo de vida habitual de la ciudad, aunque hay una "cierta inquietud", ya que una "llegada masiva de gente, por rápido que sea su registro, crea problemas".
Añadió además que el ayuntamiento se ha organizado para "poder distribuir alimentación y alojamiento si es necesario".
La consecuencia del vallado fue que se incrementaron las llegadas de refugiados y migrantes por mar hasta las islas del mar Egeo como Lesbos, Kos, Samos, Quíos y Farmakonisi, un trayecto de pocos kilómetros pero mucho más peligroso.
Producto de esta situación, desde el sábado pasado se produjeron cuatro naufragios de embarcaciones que pretendían arribar a las islas helenas en los que murieron decenas de personas.
Tan solo ayer 22 personas perdieron la vida tratando de alcanzar las costas de la isla de Kos.
Fuente: Télam