Lugo obtenía 40,82 % de los votos contra 30,72 % de Ovelar cuando se había relevado 92 % de los sufragios emitidos, según los datos publicados en su sitio web por el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).
De acuerdo con esos guarismos, concurrió a votar 65,64 % de los poco más de 2,8 millones de ciudadanos que estaban habilitados para hacerlo, una proporción ligeramente inferior al 67 % que había acudido a las urnas en las elecciones anteriores.
El conteo rápido del TSJE ubicaba tercero al general retirado Lino Oviedo, candidato de la Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (Unace, un desprendimiento del oficialismo), con 21,98 % de los sufragios.
El triunfo de Lugo fue anticipado en los últimos meses por todas las encuestas de intención de voto y esta tarde por cinco sondeos de boca de urna realizado por otras tantas firmas privadas, que le asignaron una diferencia similar pero con porcentajes de votos más altos, de entre 41,2 y 43 % a Lugo y entre 35,2 y 37,9 % a Ovelar.
Lugo, quien no tiene trayectoria en la política, fue postulado por la centroizquierdista Alianza Patriótica para el Cambio (APC), compuesta por los partidos Liberal Radical Auténtico, Demócrata Cristiano, Revolucionario Febrerista, País Solidario y Movimiento al Socialismo, Tekojojá -su propia fuerza- y una decena de organizaciones sociales y campesinas.
Además de la expectativa por la probable derrota del coloradismo por primera vez en 61 años, la jornada electoral fue matizada por una amenaza de bomba en la sede del TSJE, un intento de agresión a Lugo, una denuncia sobre un probable corte de energía para sabotear el escrutinio y declaraciones cruzadas entre dirigentes del oficialismo.
Lugo sufrió un intento de agresión cuando concurrió a emitir su sufragio y fue increpado por simpatizantes del Partido Colorado, pero la policía evitó el choque con los adeptos del ex obispo lanzando gases lacrimógenos, informó la agencia noticiosa alemana DPA.
Por otra parte, Alicia Adorno, vocera del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), informó que la policía reforzó las medidas de seguridad en la sede de ese organismo luego de que varios de sus funcionarios recibieran amenazas de bomba en sus teléfonos celulares, según reportó la agencia de noticias italiana ANSA.
En tanto, el jefe de la campaña de Lugo, Miguel Angel López, anunció que tenía "información" según la cual al cierre de las elecciones iba a cortarse el suministro de electricidad en el local partidario, con el objeto de "perjudicar el proceso de seguimiento" del escrutinio.
Paralelamente, Luis Castiglioni, quien hace pocos meses renunció a la Vicepresidencia para luchar por la candidatura oficialista a la Presidencia, que perdió frente a Ovelar, criticó "la autocracia y el autoritarismo" de "muchos politiqueros" que "se preocupan por acumular fortunas".
"Eso pasa en particular en mi partido, que sufre de infección grave", dijo Castiglioni después de emitir su voto, lo cual provocó que varios correligionarios opinaran que debe ser expulsado de las filas partidarias, según DPA.
Esas declaraciones fueron respondidas por Ovelar, quien dijo que "nadie se hace héroe criticando a su propio partido", y por otros dirigentes y legisladores que pidieron la expulsión de Castiglioni de las filas partidarias.
En tanto, el ex presidente Juan Carlos Wasmosy dio por perdidas las elecciones, dijo que la derrota fue "catastrófica" y acusó al presidente Nicanor Duarte Frutos de no haber apoyado a los candidatos del oficialismo en algunas regiones del país.
El que obtenga más votos será consagrado presidente, puesto que la legislación electoral paraguaya no prevé la realización de segunda vuelta si ningún candidato obtiene mayoría, y en agosto próximo reemplazará a Duarte Frutos.
Además de presidente y vice -cargos para los cuales se postulan otras cuatro listas, sin chances según las encuestas-, se elegían este domingo 45 senadores, 80 diputados, 18 representantes al Parlamento del Mercosur, 17 gobernadores y 214 concejales departamentales.(Telam)
