Entre los muertos figuran el vocalista, el saxofonista, el trompetista, el percusionista, el guitarrista, el tecladista -de origen colombiano- y un corista de la banda, así como un ingeniero de audio y dos miembros del staff, reportó DPA.
Los músicos y su equipo fueron secuestrados el viernes en la madrugada después de ofrecer un concierto privado en el municipio de Hidalgo, unos 80 kilómetros al norte de la ciudad de Nuevo León.
Un sobreviviente que logró escapar dio indicaciones a las autoridades para localizar a sus compañeros, que fueron arrojados a un pozo de 15 metros de profundidad en un rancho abandonado de un municipio colindante, después de ser golpeados y asesinados a tiros.
Hasta el momento se desconocen los móviles del asesinato, pero las autoridades afirman que todo indica que se trató de un ataque directo de presuntas implicancias con el crimen organizado.
Una línea de investigación es una aparente cercanía del grupo musical con el cartel de Los Zetas y una eventual represalia de un grupo rival, según dijo el portavoz de Seguridad de Nuevo León, Jorge Domene.
Fuente: Télam