Hubo un momento de tensión cuando un grupo de personas arrojó objetos contra la sede de un movimiento de extrema derecha y luego arrojó botellas contra los coches blindados de la policía a la altura del Ministerio de Economía.
Tras los altercados, cientos de agentes, con la ayuda de los coches blindados, formaron un cordón de seguridad en torno al ministerio para evitar los ataques del grupo de encapuchados, que lograron dispersarse por las calles adyacentes, informó la agencia de noticias EFE.
La manifestación se desarrolló sin inconvenientes durante las primeras horas, pero sobre el final comenzaron las tensiones por parte de un grupo de manifestantes que se apartaron del recorrido prefijado de la marcha.
Dichos manifestantes arrojaron huevos contra algunas entidades bancarias y contra el Ministerio de Economía.
Además realizaron pintadas en una estatua del papa Juan Pablo II que se encuentra en la plaza adyacente a la estación ferroviaria de Termini, en pleno centro de Roma.
En esa zona está ubicada la sede de CasaPound, una organización fascista dedicada a proveer de vivienda a las familias italianas sin techo, que está ocupado por militantes de extrema derecha.
Algunos manifestantes encapuchados se separaron de la marcha principal y comenzaron a arrojar botellas contra la sede de CasaPound, cuyos miembros también habían salido a la calle con cascos y mazas.
Frente al choque entre manifestantes, la policía acordonó la zona.
Desde temprano, Roma se encontró completamente blindada y las fuerzas de seguridad en máxima alerta ya que se temía que se produjesen altercados durante la manifestación, sobre todo tras la expulsión ayer de cinco anarquistas franceses que tenían planeado infiltrarse en la manifestación para provocar actos de "guerrilla urbana", según la policía italiana.
La policía también informó que durante una inspección hallaron piedras, mazas de hierro y otros objetos escondidos que recordaron los graves disturbios ocurridos en octubre de 2011 causados por varios grupos de encapuchados durante la manifestación de los "indignados" en Roma.
La manifestación, comenzó a las 14 en la Plaza de San Juan de Letrán, donde muchos de los asistentes habían acampado durante la noche. Desde allí se dirigieron hacia la zona de Porta Pía.
"Contra la precariedad y la austeridad organicemos nuestra cólera" y "Una sola gran obra: una casa y una renta para todos", eran algunas de las consignas que se podían leer en los carteles.
Entre los manifestantes había sindicatos, asociaciones y distintos colectivos por la vivienda, además de un importante número de inmigrantes que pedían la abolición de la ley sobre inmigración vigente en el país.
Muchas de las tiendas a lo largo de la ruta de la protesta fueron cerradas como medida de precaución por temor a que la manifestación pudiese volverse violenta.
Los jóvenes en su mayoría manifestantes, levantaron carteles contra el desempleo y la falta de vivienda asequible.
También estaban quienes se oponen a la construcción de un tren de alta velocidad (une Francia con Italia), que dicen que, además de las preocupaciones ambientales, el dinero para construir el tren debe ser usado para ayudar a los pobres y los desempleados.
Los inmigrantes que buscan asilo también se unieron a la manifestación, con carteles que decían "Lampedusa", el nombre de la isla donde 400 inmigrantes murieron después de cruzar el Mar Mediterráneo desde el norte de Africa y donde aún permanecen miles de personas en centros de contención, eufemismo para llamar a campos de refugiados.
El presupuesto que el martes, el primer ministro italiano Enrico Letta presentó para el 2014, se convirtió en un foco de descontento para los sindicatos que se quejan de la congelación en los sueldos del sector público y del desempleo juvenil que se encuentra en Italia en su punto más alto con el 40,1%.
Fuente: Télam
