"En vista de las circunstancias que atraviesa Irak y la reestructuración del Ejército, y mediante un proceso de evaluación de la situación de las Fuerzas Armadas, llamamos a los reservistas que están bajo órdenes de la Dirección General de Combatientes o a la espera del pase a retiro", dijo el premier en un comunicado.
Como medida de precaución, antes de enviarlos al campo de batalla, está previsto que se realicen pruebas a estas personas durante tres meses para comprobar que son capaces de entrar en combate, prosiguió Al Maliki, citado por la agencia de noticias EFE.
Otros refuerzos para el Ejército los constituyen los numerosos voluntarios que se están ofreciendo a alistarse para luchar contra el insurgente Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).
Para ellos, Al Maliki anunció un sueldo mensual de 500.000 dinares (unos 430 dólares) y un subsidio de alimentos de otros 125.000 dinares (108 dólares) como "recompensa que se ajusta a las leyes del Ministerio de Defensa".
Al Maliki trata así de engrosar un Ejército del que han desertado oficiales y soldados ante los avances del EIIL y sus aliados, como ocurrió el pasado día 10 cuando los yihadistas tomaron Mosul, la segunda ciudad del país, de donde huyeron varios militares en dirección a la región autónoma del Kurdistán.
Fuente: Télam