Mientras tanto, Estados Unidos insistió este martes en que el presidente iraquí, Saddam Hussein, debe desarmar el país para evitar la guerra.
En Londres, el primer ministro británico, Tony Blair, aseguró ante la Cámara de los Comunes que, en un principio, la idea es que los inspectores continúen con su trabajo, porque, aseguró, "no quiero una guerra" en el Golfo Pérsico.
El jefe de los inspectores de las ONU, Hans Blix, dijo en Nueva York que la documentación entregada por Bagdad contiene "elementos positivos" que ahora deberán ser analizados y afirmó que en los últimos días Bagdad cooperó de manera sustancial. (Télam-SNI).-