En el texto, el gobierno argentino manifestó estar "firmemente convencido de que a través del diálogo y el respeto a las disposiciones de las Naciones Unidas se evitan y neutralizan los actos de vandalismo como los que hoy deploramos".
Asimismo, la Argentina volvió a recordar a sus pares del Reino Unido "el mandato de las Naciones Unidas que insta a las dos partes a reanudar las negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica a la disputa a la mayor brevedad posible".
La profanación se produjo contra una figura de la Virgen que está ubicada en el predio donde descansan los restos de 238 soldados argentinos que murieron en la guerra de 1982.
La denuncia fue realizada por la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur. La organización consideró que el acto vandálico estuvo enmarcado "en una escalada de hostilidad". infobae.com