Chaiban, quien participó en la misión de la ONU que terminó el martes pasado, explicó que en sus encuentros con los habitantes de Homs recogieron testimonios sobre "los bombardeos, sobre la falta de agua y de servicios de saneamiento, pero no sobre ese tipo de armamento (químico)".
textoautor "Lo que vimos en Siria es un país cuya infraestructura fue sistemáticamente destruida, con familias de 25 miembros que viven en una habitación con mínimo cobijo y ropa, con bajas temperaturas y donde conseguir alimentos, agua y medicinas es algo por lo que se tiene que luchar cada día más", comentó Chaiban.
Sostuvo que, por ejemplo, el acceso a agua potable está disminuyendo, que los sistemas de distribución en las zonas urbanas no funcionan y la cantidad del líquido para consumo pasó de 75 litros por día y persona a 25 litros.
"Muchas familias con las que conversamos están preocupadas por la educación porque quieren ver un futuro para sus hijos", agregó el representante del UNICEF.
Sin embargo, el acceso a la educación está gravemente limitado por cuanto "una de cada cuatro escuelas en Siria está dañada, destruida o es utilizada como refugio para los desplazados", un total de 3.900 escuelas ya no están destinadas a impartir clases.
Por su parte, un portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) también confirmó que los representantes de su entidad, tampoco recibieron denuncias de esa naturaleza.
La visita incluyó Damas, Dera´a y la periferia de Homs, donde pudieron cruzar la línea de combate en el barrio de Talbise.
"Hubo extensas conversaciones con las autoridades sobre la manera de aumentar el acceso (a la población), pero no sólo en artículos de emergencia, sino también tener personal que pueda cruzar las líneas de combate", indicó Chaiban.
En cuanto a los desplazados, más de 55.000 sirios se encuentran en las proximidades de las fronteras con Jordania y Turquía esperando la oportunidad de cruzarlas, informó hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La última estimación de este organismo indicó que en la frontera con Jordania, adonde en las últimas 24 horas llegaron 6.400 nuevos refugiados, hay unos 30.000 que están del lado sirio esperando cruzar.
En la frontera con Turquía hay entre 25.000 y 40.000 sirios en la misma situación, señaló en una rueda de prensa la portavoz del ACNUR en Ginebra, Melissa Fleming.
Mientras, al menos ocho agentes de los servicios secretos militares sirios murieron anoche en un atentado del grupo islamista Frente Al Nusra, en las cercanías de Damasco, según informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en Londres.
De acuerdo con la fuente de la organización opositora al Gobierno de Al Assad, un miembro del Frente Al Nusra, hizo explotar un coche bomba en la sede de los servicios militares en el pueblo de Saasaa, sin precisar si conducía el vehículo o lo detonó a distancia, consignó EFE.
Además, varios soldados sirios resultaron muertos o heridos hoy por la explosión de otro coche bomba cerca de un puesto de control del Ejército, en las proximidades de la sede militar atacada en el primer atentado, aunque la oposición no especificó el número de víctimas.
El grupo radical Frente al Nusra, acusado de tener vínculos con Al Qaeda, reivindicó en el pasado varios atentados suicidas contra edificios gubernamentales en Damasco.
Fuente: Télam