Frente a cientos de fieles que participaron en la habitual audiencia de los miércoles, el pontífice retomó el tema del "silencio de Dios" frente al mal "representado por imágenes de sequía, destrucción y desiertos".
En una clara alusión a la guerra contra Irak y a la muerte y destrucción que implica, el obispo de Roma, de 82 años, invitó una vez más a "mantener viva la esperanza frente al mal." (Télam-SNI)