Desde 1979 apoyó a los rebeldes afganos en su guerra contra la URSS, organizando el reclutamiento de miles de voluntarios de todo el mundo árabe, entre otras acciones.
Desde 1986 participó personalmente en los combates. Acabada la guerra, regresó a su país. Como consecuencia del apoyo saudí a las tropas de EE UU durante la Guerra del Golfo de 1991, rompió su relación con el régimen saudí y con su propia familia. Se exilió en 1991 en Sudán, donde dirigió una empresa que EE UU consideraba una tapadera terrorista. (Infobae)