Sin embargo, por solidaridad con los conductores de metro hicieron huelga hoy otros sindicatos, lo que paralizó el transporte público en la capital.
Se desconoce cuándo se normalizará la situación.
El primer ministro del país, Antonis Samaras, afirmó anoche que los medios de transporte público no pertenecen a los sindicatos, que no tienen derecho a "maltratar de la mañana a la noche al pueblo", informó la agencia de noticias DPA.
"Voy a ser claro: tienen que entenderlo de una vez", afirmó.
Los sindicatos sin embargo han respondido que continuarán con su política de confrontación.
En el marco de los ajustes aplicados por el gobierno, los conductores de metro sufrirían recortes de hasta un 25% de sus salarios.
Grecia atraviesa la mayor crisis financiera de su historia moderna, y, en el quinto año seguido de recesión, se mantiene a flote a duras penas gracias a dos gigantescos préstamos de la Unión Europea (UE) y el FMI otorgados desde 2010.
A cambio de la ayuda financiera, el gobierno de Samaras aplicó durísimos recortes de gasto en todas las áreas que profundizaron la contracción económica y dispararon el desempleo, que hoy supera el 26%, un récord histórico para un país del euro.
Fuente: Télam