Unos cuarenta tanques norteamericanos llegaron a la céntrica plaza Ferdaus, justo frente al Hotel Palestina, donde se aloja la mayoría de los corresponsales en Bagdad, quienes coincidían de forma unánime en que la caída de la capital era un hecho.
Los soldados norteamericanos no encontraron resistencia, y su llegada fue recogida en históricas imágenes trasmitidas en directo a todo el mundo por canales de televisión árabes y occidentales.
Poco después, cientos de iraquíes tomaban las calles frente al hotel Palestina dando muestras de júbilo, mientras un tanque estadounidense derribaba una gran estatua de Saddam erigida sobre un pedestal en el centro de la plaza Ferdaus por medio de una cuerda con que algunos iraquíes rodearon el cuello de la imagen. (Télam-SNI)