Los manifestantes republicanos pro irlandeses y sus oponentes leales al Reino Unido llegaron también a las manos, aunque la policía logró separarlos, informó la agencia DPA.
En los enfrentamientos se lanzaron piedras y botellas, varios automóviles fueron incendiados y algunos negocios quedaron dañados. La policía empleó cañones de agua para dispersar las protestas.
En el conflicto norirlandés se enfrentan los protestantes que quieren que Irlanda del Norte siga siendo parte del Reino Unido, y los católicos, que quieren pertenecen a la república de Irlanda.
La policía, sin embargo, insistió en que últimamente los enfrentamientos callejeros los provocan alborotadores aislados que sólo buscan desatar violencia.
Fuente: Télam