Sólo Francia expresó su decisión de apoyar una eventual operación bélica contra la nación árabe.
Esta falta de apoyo internacional preocupa a analistas militares estadounidenses, como el general retirado Charles Brower, profesor del Instituto Militar de Lexington, que considera que Obama necesita la ayuda de sus aliados y una justificación legal para una acción de este tipo.
Funcionarios anteriores y actuales, muchos de ellos con las dolorosas lecciones de Irak y Afganistán en sus mentes, mostraron serias reservas referidas a las posibles consecuencias no deseadas del lanzamiento de misiles crucero contra Siria.
Incluso el Jefe de la Junta del Estado Mayor de Estados Unidos, el general Martin Dempsey, expresó su oposición a un eventual ataque a Siria.
En una carta dirigida al congresista demócrata Eliot Engel, Dempsey descartó la posible realización de ataques con cohetes crucero y otras opciones similares sin emplear tropas terrestres en suelo sirio, porque dichas acciones llevarían a Washington a una guerra sin perspectivas en Medio Oriente.
"Hay una gran ingenuidad en la clase política sobre las obligaciones de Estados Unidos en política exterior, y una sencillez que da miedo de los efectos que el empleo de la fuerza militar puede lograr", dijo el teniente general retirado Gregory S.
Newbold, ex director de operaciones del Estado Mayor Conjunto durante el período previo a la guerra de Irak.
En el mismo sentido el teniente coronel Gordon Miller, miembro del Centro de Estudios para una Nueva Seguridad Estadounidense, advirtió esta semana sobre las "consecuencias potencialmente devastadoras, incluyendo una nueva ronda de ataques con armas químicas del gobierno sirio y una respuesta militar por parte de Israel", si se realiza un ataque a Siria.
"Si el presidente se muestra dispuesto a absorber los golpes y el uso de armas químicas por parte de Al Asad, una vez más, esto será un duro golpe a la credibilidad de los Estados Unidos y estará obligado a atacar Siria para lograr los objetivos originales", escribió Miller.
Un joven oficial del Ejército que está terminando un año de servicio en Kabul dijo que los soldados se sorprendieron al saber sobre el ataque a Siria que se avecina, calificando a la posibilidad como "muy peligrosa".
"No puedo creer que el presidente lo esté considerando", dijo el funcionario, que como la mayoría de las personas entrevistadas por el diario accedieron a hablar a condición de permanecer en el anonimato porque los militares son reacios a criticar a las autoridades.
Fuente: Télam