Al fin de la ceremonia -y tras ser disparadas ráfagas de metralleta al aire- un grupo de jóvenes, la mayorí­a de ellos enmascarados, se enfrentó por tercer día consecutivo con piedras y otros objetos a las fuerzas isralíes que respondieron con bombas lacrimógenas, granadas cegadoras y balas recubiertas de goma.
Desde que fue descubierto el cuerpo del jóven, más de 300 personas resultaron heridas en enfrentamientos entre palestinos y la policía israelí en varias zonas de Jerusalén, cuya población árabe celebra hoy el primer viernes del mes sagrado de Ramadán.
"Haremos pagar a Israel por esto. La sangre de los mártires no se derrama en vano", dijo Mohamed Alfadi, un joven de Shaufat, un barrio palestino próximo al casco antiguo de Jerusalén, en declaraciones a la agencia de noticias EFE.
Desde que fue descubierto el cuerpo del jóven, más de 300 personas resultaron heridas en enfrentamientos entre palestinos y la policía israelí
La procesión fúnebre había comenzado poco después de la oración del viernes en una mezquita abarrotada del barrio jerosolimitano, donde se respiraba en cada rincón la ira y el dolor de los asistentes por la muerte del joven, cuyas fotos flanqueaban ambos lados del templo.
El retraso en la entrega del cadáver del joven, tras una polémica autopsia, fue una de las razones que provocaron anoche graves disturbios en este barrio de Jerusalén, que amaneció hoy cercado por unidades de los cuerpos de seguridad israelíes.
El asesinato del adolescente palestino se produjo pocas horas después de que un dolido Israel enterrara, en otra ceremonia multitudinaria, a tres jóvenes israelíes que desaparecieron el 12 de junio en los territorios palestinos de Cisjordania y fueron hallados sin vida cerca de la ciudad cisjordana de Hebrón, un hecho que despertó una ola de ataques antiárabes por parte de nacionalistas judíos.
El gobierno de Israel culpa a los radicales islamistas de Hamas, que controlan la Franja de Gaza, del secuestro y asesinato de los jóvenes, en cuya búsqueda el Ejército deplegó un vasto operativo que dejó cinco palestinos muertos y más de 400 detenidos.
Hamas, en tanto, consideró al primer ministro israelí­, Benjamin Netanyahu, "responsable directo" del secuestro y asesinato del joven palestino.
La aviación y la Armada israelí bombardearon esta semana decenas de objetivos de la Franja de Gaza en represalia por la muerte de los jóvenes y en respuesta a ataques con cohetes desde Gaza.
Al menos 10 palestinos resultaron heridos por los bombardeos contra Gaza, según fuentes locales.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, y los familiares de Khdeir dijeron que el adolescente "fue asesinado por colonos judíos radicales" en venganza por el crimen de los jóvenes israelíes.
La policía israelí, sin embargo, dice que hay una investigación en curso y que aún no están claras las motivaciones.
El crimen fue condenado por las autoridades israelíes, y el primer ministro Benjamin Netanyahu buscó hoy calmar la situación al volver a repudiar el asesinato y prometer que los culpables "serán encontrados", dos día despúes de pedir que no haya "justicia por mano propia".
Mientras en el plano polí­tico, israelí­es y palestinos buscaron hoy aliviar la creciente tensión, fuentes oficiales egipcias confirmaron que abrieron un proceso de mediación para salvar el alto el fuego firmado -también con la ayuda de Egipto- por Israel y Hamas en noviembre de 2012, tras la cruenta operación militar "Pilar defensivo".
A este esfuerzo egipcio, sin embargo, se opuso férreamente el ultraderechista canciller israelí Avigdor Lieberman, para quien el mensaje "la calma llevará a la calma" es erróneo, según informó el periódico israelí Haaretz.
"Debemos apretar nuestras manos sobre aquellos que apoyan y alientan el terror y eso incluye (a los lí­deres Hamas) Jaled Mishal e Ismail Haniyeh", afirmó Lieberman en una visita a la ciudad meridional de Sderot, una de las más afectadas por el lanzamiento de cohetes.
"Mientras nosotros hablamos de un alto el fuego, Hamas continúa desarrollando cohetes que pueden llegar a Tel Aviv. Todo lo que estamos haciendo es posponer el problema en vez de buscar la solución. Esa no es la respuesta que hay que dar", concluyó el ministro, residente en una colonia.
Fuente: Télam
