La ceremonia es una tradición anual que tiene más de 1200 años, en la que se matan entre mil y 2500 delfines por año. La iniciación de la edad adulta consiste, en esa costumbre, en no temer a matar si es necesario.
Los delfines, una de las especies más amistosas con los seres humanos, suelen acercarse a la costa. Justamente, por ese motivo, es sencillo para los adolescentes asesinarlos.
La tradición es aceptada por los lugareños porque, a pesar de la crueldad que representa, la industria pesquera es el principal soporte económico de la isla y el delfín constituye una cuarta parte del consumo total de carne en la zona.
Fuente: América.infobae.com