En el bombardeo más mortífero, una veintena de insurgentes pertenecientes a un mismo grupo fallecieron al ser alcanzados por los misiles de un avión no tripulado en el distrito de Baticot.
El portavoz militar aseguró que ningún civil falleció a causa de los ataques, coordinados conjuntamente por las fuerzas de Estados Unidos y Afganistán.
Estos son los primeros bombardeos de Washington desde que el miércoles los talibanes anunciaron represalias contra las tropas internacionales por la decisión de la OTAN de extender su presencia en el país asiático más allá de 2016, algo pactado ese mismo día por ministros de los países miembros en una reunión en Turquía.
Asimismo, es el tercer ataque desde que la formación insurgente insistió en la salida de las fuerzas extranjeras como condición para comenzar negociaciones de paz en Afganistán, durante una asamblea "informal" que mantuvieron con representantes del Alto Consejo para la Paz afgano hace dos semanas en Qatar.
También en Nangarhar, otros 13 supuestos insurgentes perecieron el sábado pasado en el bombardeo de un drone de las mismas tropas, en esa ocasión en el distrito de Lalpora.
La OTAN puso punto final en 2014 a su misión de combate en Afganistán, la ISAF, que fue sustituida desde enero por la operación Apoyo Decidido, con alrededor de 4.000 soldados en tareas de asistencia y capacitación de los cuerpos de seguridad afganos.
Los aliados acordaron el miércoles iniciar a su término una nueva etapa que, "a diferencia de las anteriores, estará liderada por civiles" aunque tendrá "un componente militar", anunció en Turquía el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Estados Unidos mantiene su misión "antiterrorista" de combate en Afganistán con cerca de 11.000 soldados, que tienen previsto permanecer en el país hasta 2016, aunque Washington también se está replanteando los términos y la duración de esa operación.
Entretanto, también en el este de Afganistán los talibanes secuestraron hoy a decenas de personas que viajaban en diferentes vehículos pertenecientes a un funeral en la provincia de Paktia, informó una fuente oficial.
Un grupo de insurgentes armados paró al menos 10 vehículos esta mañana en el distrito de Sayid Karam y se llevó por la fuerza a unos 30 pasajeros, y por el momento se desconoce el número exacto de secuestrados, dijo el vicegobernador provincial, Abdul Wali Sahi.
El funcionario aseguró que todos los rehenes son civiles, mientras que los talibanes, que se atribuyeron la autoría del suceso en un comunicado, indicaron que al menos ocho de ellos son funcionarios gubernamentales de alto rango.
Este es el segundo secuestro masivo ocurrido en Paktia en los últimos días, donde hace una semana 27 personas fueron secuestradas durante un partido de críquet en un campo deportivo del distrito de Zurma, una acción que las autoridades provinciales atribuyeron también a los talibanes.
Fuente: Télam